30 de enero de 2010

Reflexiones de un árbol solitario.

Balanceo tras balanceo; así paso la vida. Nunca he conseguido sacar nada en claro, nunca sé porque. Lo que quiero decir en realidad es: ¿porqué nunca nadie me cuenta nada? No será por falta de proximidad eso seguro, estoy tan cerca que casi son parte de mi; son como mis propias hojas si las tuviera, son como mis propios frutos si los produgera. ¿pero es que les cuesta tanto? A veces pasan días, semanas junto a mi y lo único que hacen es no decir nada. Pienso que a lo mejor es precisamente mi proximidad lo que les hace estar tan callados, es posible que mi cercania les cohiba, pero eso no tiene mucho sentido, al fin y al cabo soy tan sólo un árbol ¿de qué tienen miedo? A caso ¿sienten vergüenza cuando estan cerca de mi? Ciertamente tanto mutismo me tiene hastiado. La verdad hay veces que no aguanto más y me agito, muevo mis ramas con fuerza para llamar su atención pero aun así no consigo nada, sólo más balanceos. Es como para volverse loco. En serio, muchas veces siento ganas de matarlos a todos pero eso no es posible porque no se puede matar a alguien dos veces. ¡Qué rabia! A ver si empizan a buscarse otro árbol.